Después de más de un mes desaparecidos, hemos vuelto de nuevo. Han sido semanas difíciles y desgraciadamente no hemos leído demasiado. Pero para celebrar nuestra vuelta, he querido reseñar un libro que me pareció fascinante cuando lo leí: Un Mundo Sin Fin, de Ken Follett.
Se trata de la segunda parte del famoso libro Los Pilares de la Tierra. En cuanto a este primer libro hay mucha controversia, pues hay quien lo ama y hay quien lo odia. Si me lo permitís os voy a dar mi humilde opinión:
Creo que Los Pilares de la Tierra es un libro que hay que leer despacio, sin agobiarse demasiado, pero tampoco puedes dejarlo días sin leer, pues se te puede hacer muy pesado tener que recordar nombres o escenas. Es un libro complejo. Al principio es un poco denso, ya que el autor aún se estaba conociendo; era su primer libro de este género. El comienzo de una nueva novela a veces es complicado. Por eso, debéis darle una oportunidad y no desesperar. Hacia la mitad de la obra comienzas a entender la forma de escribir y de expresarse del autor. El escritor logra que la historia se acomode y aprende a acercarse más a los personajes. Consigues terminarlo cogiéndole cariño.
Es por lo comentado que mi elección para hacer una reseña ha sido el segundo libro y no el primero. La calidad narrativa del autor crece y logra transmitir mucho mejor las emociones de los personajes a sus lectores, siendo una lectura mucho más amena. Disfrutareis mucho más el segundo libro que el primero. O por lo menos eso me pasó a mí. Pero me parece imprescindible conocer su evolución leyendo también el primero; aunque no es absolutamente necesario para comprender la novela, a pesar de pequeños detalles que se refieren a la primera historia, no impide seguir la lectura con fluidez.
Un Mundo Sin Fin es una novela que me cautivó desde las primeras páginas. Es un libro que no se puede definir con una palabra, pues sus más de mil hojas ofrecen una inagotable fuente de emociones y categorías: acción, historia, religión, violencia, amor, construcciones, viajes, suspense… Está ambientada en el siglo XIV, periodo en el que ocurrió la pandemia más demoledora de la historia: la peste negra. De hecho, en estos últimos meses he recordado mucho este libro, ya sabréis por qué. Ken Follett rodea las vivencias de los personajes con la terrible peste y refleja con claridad la dirección hacia la medicina moderna.
A pesar de que sea una novela muy larga, no se hace pesada en ningún momento. Me parece uno de los mejores libros que he leído de este autor. Su maestría entrelazando la vida de diferentes personajes en ambientes perfectamente descritos, además de lograr una mezcla ideal entre la ficción y la historia, me parece fascinante.
Una de las cosas que más recuerdo y que más me emociona de este libro es el símbolo de las mujeres sanitarias de la época. No solo por su valentía y poco reconocimiento, sino porque me recuerda a una persona muy especial en mi vida. Estoy segura que os encantará y descubriréis muchas cosas interesantes.
Aun me espera el tercer libro de esta saga de Ken Follett. No sé cuándo la leeré, pero si logra superar la segunda novela (lo veo complicado, aunque nunca se sabe) podéis estar seguros de que publicaré su reseña.