
Hoy me gustaría reseñar Rebelión en la Granja de George Orwell.
Todo comenzó cuando decidimos ir a Madrid para continuar con la mudanza. Noelia me dijo si quería oír algún audio libro mientras íbamos en el coche; y mientras buscaba qué libro oír, encontró Rebelión en la Granja, por lo que le dio de inmediato.
Yo, que ya me sonaba de haber visto la película, pensé, en un primer momento, que iba a ser un poco pesado. Pero no puedo estar más equivocado. La pequeña novela es fascinante. Y aunque está dentro del género infantil, entre otros, puede sacarse cientos de temas para hablar de la historia que trata George Orwell.
La rebelión empieza cuando el viejo Major reúne a todos los animales para contarle lo que había soñado. También les enseñó la canción que aprendió cuando era pequeño. Todos ellos no se lo creían, pero poco a poco el mensaje va calando en todas las cabezas. Pero los animales no le declaran la guerra al señor Jones hasta que los trabajadores de este se olvidaron de alimentarlos. Con el rugir del estómago, los animales declaran la guerra a los humanos persiguiéndolos y pateando todo lo que se ponía en medio, hasta expulsarlo de la granja.
Después de expulsar a los humanos de la granja, los animales comienzan algo parecido a una república. Solo ellos pueden vivir allí, en paz. Todos deben respetarse y no pueden atacarse entre ellos. Por eso se establecen unas normas que no se pueden pasar por alto. Pero poco a poco esas normas se irán transformando en letras irreconocibles.
La granja pasa a ser comandada por los cerdos, ya que son ellos los que han tenido la idea, y, según ellos, son los que tienen más inteligencia. ¿Hasta cuándo será así?
Tras la muerte del viejo Major, entra en juego Snowball, que comienza a poner normas e intenta que las vidas de los demás animales sea mucho mejor que cuando los humanos los lideraban. Para ello comienza diciendo que habrá que trabajar duro para sacar adelante todas las plantaciones que se hagan. Lo que hace es seguir regando a los animales con las palabras del viejo Major, nada más y nada menos. Pero las vacas se quejan porque necesitan que alguien las ordeñe. Pero eso no es ningún problema.
La leche que se ordeña comienza a desaparecer, y los animales se quejan porque esa leche debería ser utilizada para ellos mismos. Pero aquí entra en juego la oratoria de Squealer, ya que les dice que la leche comenzará a ser utilizada por los cerdos, que son los más inteligentes y necesitan más nutrientes para seguir poniendo orden en la granja. Y siempre será utilizado: «Ahora estáis mejor que cuando estaba el señor Jones, ¿verdad?». Y claro, todos los animales estaban viviendo mejor, de eso no había duda. Estaban comiendo algo más y mejor, pero…
Las palabras de los cerdos eran aceptadas con gusto hasta que comienzan las discrepancias con Napoleón, otro cerdo que siempre está y estará disconforme con las opiniones de Snowball. Todo lo que piense uno, el otro le llevará la contra, y, claro, eso llevará a los demás animales a no saber a quién apoyar. Por ello se harán las primera votaciones.
Antes de que las votaciones lleguen, los cerdos ya se habían apoderado de la casa del señor Jones para vivir. Y Snowball está planeando construir un molino para poder implantar electricidad en toda la granja, por lo que todos los animales están contentos con esa decisión menos Napoleón, que no lo ve necesario. Cree que sería una pérdida de tiempo y esfuerzo.
Cuando llegan las votaciones, ambos candidatos a la presidencia hacen un debate, y como Napoleón no puede rebatir las palabras de Snowball, le echa a los nueve perros que le robó a Jessie y Blueball, los encerró en el desván y los crió. Ahora los perros solo le hacían caso a él. Snowball tuvo que exiliarse para salvar su vida. Y a partir de aquí comienza el gobierno (ya corrupto) de Napoleón. ¿Cómo afectará a la rebelión?
«Cuatro patas sí, dos pies no», balaban las ovejas.
Lo que viene a continuación me gustaría que lo leyeras tú, en caso de que no lo hayas hecho, querido lector. Y no es porque no quisiera contarlo, no. No lo cuento porque creo que es mucho mejor leerlo u oírlo.
Cada uno puede sacar sus propias conclusiones. Se encuentran muchas metáforas dentro de esta historia. Realmente esta historia se escribió con un claro propósito: criticar a una sociedad política corrupta. No voy a comentar mi opinión o a lo que pueda tener referencia, léanla y opinen.
Hablando de los personajes, se merece todos los respetos Boxer. Creo que es el mejor animal de toda la historia, y el que más sufre, podamos decir. En resumen, todos los personajes son una maravilla; una construcción maravillosa de la historia y un conjunto de animales/personajes que te dejan un pensamiento, o por lo menos a mí, agridulce.
«Trabajaré más duro», decía Boxer.
Os recomiendo esta historia. Seguro que muchos de vosotros la habréis visto o leído, pero para los que no han tenido la oportunidad, os recomiendo la pequeña novela del magnífico George Orwell.