Si por algo conocemos a Gabriel García Márquez es por Macondo. Muchas de sus obras están situadas en este pueblo con nombre ficticio, lugar de nacimiento del autor, y con personajes peculiares que nos indican que estamos leyendo un libro suyo. Repasando todas sus obras (espero poder leerlas todas en poco tiempo), me encontré con «Del amor y otros demonios». Un libro catalogado por la biblioteca donde lo cogimos como «romántico». Lo cierto es que me pareció raro este calificativo cuando empecé a leerlo, pues trata de un exorcismo. Así que, pensé: «¿O el clérigo encargado de exorcizar se enamora de la supuestamente poseída o han puesto la etiqueta al alzar, solo porque en el título aparece la palabra «amor»? Lo cierto es que en mi opinión hay un poco de ambas cosas. Es cierto que hay un romance extraño entre ambos, pero a la vez este es ligero y puede confundirse con la fantasía oscura de la narración. No sería lo que yo calificaría como romántico, si te soy sincera. Pero tampoco puedo decirlo con total convencimiento, ya que en ese género ando un poco perdida. Aunque haciendo una búsqueda rápida en Google, no me ha parecido que muchos lo califiquen así.
Ya sabes, lector, que si hago esta reseña es precisamente porque me ha parecido un libro digno de ella. Me parece una opción ideal para aquellos lectores que busquen un buen libro de Gabo, sin pasar por su famoso Macondo. No todos están hechos para «Cien años de soledad» o para leer todo su repertorio de obras que rodean este libro. Es una novela que se saborea de principio a fin, es corta, te atrapa y ofrece ese realismo mágico tan atractivo de Gabriel. Y si encima tiene un toque oscuro y perturbador… Es una historia autoconclusiva, que no necesita aprendizaje previo, algo que he agradecido bastante dado que el resto de historias son un engranaje que se conecta entre sí. Digamos que es el relato disidente de su obra.
Como no podía ser de otra manera, utiliza un narrador omnipresente y entremezcla el punto de vista de los distintos personajes de la obra. ¡No sabes cuánto he agradecido que haya pocos! A diferencia de su libro cumbre «Cien años de soledad», no hace falta tener en la cabeza un árbol genealógico, algo que muchos lectores vais a agradecer. He podido despistarme con los asuntos de la vida diaria sin que se me hayan olvidado quién es cada personaje.
Si quieres te cuento un poco de qué va, aunque prefiero que lo disfrutes y saques tus propias conclusiones. Brevemente diré que una joven de pelo rubio y larguísimo, como Rapunzel, sufre la mordedura de un perro rabioso. Curiosamente sobrevive, no le afecta la rabia, algo muy extraño pero plausible. Un tiempo después de ese hecho, se dan cuenta de que la niña posiblemente esté endemoniada, así que la llevan a un convento para su exorcismo. La cosa se complica y no está tan clara esa condición. Gabriel juega con las supersticiones, la religión y la esclavitud de la época para contar esta historia llena de matices y debate.
Me gustan las obras cortas, intensas y tan bien escritas, como podría ser «Ojos azules» de Arturo Pérez Reverte. Son pequeñas joyas que pasan desaparecidas para los lectores porque se ven ensombrecidas por la ˝gran obra˝ que todo el mundo conoce y quiere leer. No digo que «Cien años de soledad» sea una mala novela, pero creo que a veces estos autores se ven reducidos a eso: a una historia. Cuando su obra se compone de un gran número de libros que merece la pena leer.
